Cuando personifica la fuerza reproductora, de la tierra cultivada, aquella por cuya voluntad el suelo fructifica, se manifiesta como Deméter –cuyo nombre significa Madre Tierra-. Las tradiciones de su culto, se relacionan con la fertilidad y con el trabajo encaminado a obtener de ella los alimentos, no en vano se le atribuye el invento del arado.
Hija de Zeus y Deméter, es Perséfone, que representa la naturaleza renacida cada primavera, tras la desolación invernal; pero es, también, la esposa de Hades, dios del mundo de ultratumba, el Averno, y como tal Señora de la Inmortalidad del alma, de su eterno retorno.
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En honor a Deméter y Perséfone se celebraban las Fiestas Eleusinas y los Misterios de Eleusis. Las Pequeñas Eleusinas tenían lugar a mediados de febrero, como preludio a la primavera; las Grandes Eleusinas eran a mediados de septiembre, cuando se presentía el otoño. Se hacían procesiones, con antorchas, y ofrendas de frutos. Los fieles danzaban, bebían, cantaban, comían y se daban baños purificadores. De los “Misterios”, nada podemos decir, a los iniciados les está prohibido hablar de ellos...
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Salud y fraternidad.