-¡Un perro al volante…! ¿Un perro al volante...?
-Pero vamos a ver, ¿por qué se asombran de ver un perro al volante de un automóvil? Después de ver a tanto animal, conduciendo por esas carreteras, ya deberían estar curados de espanto.
¿O es que nunca han coincidido con una bestia parda, al volante, que les intentaba adelantar en línea continua? ¿O con un mal bicho, que no respetaba la distancia de seguridad? ¿O con una acémila, empeñada en girar sin intermitentes? ¿O con un animal de bellota, tirando colillas de cigarro por la ventanilla? ¿O con… etc., etc.?
.
Así que, teniendo en cuenta lo dicho, no se admiren de verme al volante aunque sea perro. Mejor conduciré yo que muchos de los que van por ahí, con carnet o sin él, con o sin puntos, presumiendo de gran coche para compensar la pequeñez de su… pensamiento inteligente.
Por tanto, no sean ustedes humanos animales, conduzcan como humanos racionales. Cuídense, de quienes no piensan hacer caso de este consejo, y que pasen unas buenas vacaciones.
.
Y, una vez más, aplíquense esa canción tan escuchada en las “peticiones del oyente”, allá por los años 60 del pasado siglo, de la inefable “Perlita de Huelva”, pero cuya recomendación, coñas aparte, no es para desoír:
.
“Precaución, amigo conductor,
tu enemigo es la velocidad.
Acuérdate de tus niños,
que te dicen con cariño:
¡No corras mucho, papá!”
.
Salud y fraternidad.
-Pero vamos a ver, ¿por qué se asombran de ver un perro al volante de un automóvil? Después de ver a tanto animal, conduciendo por esas carreteras, ya deberían estar curados de espanto.
¿O es que nunca han coincidido con una bestia parda, al volante, que les intentaba adelantar en línea continua? ¿O con un mal bicho, que no respetaba la distancia de seguridad? ¿O con una acémila, empeñada en girar sin intermitentes? ¿O con un animal de bellota, tirando colillas de cigarro por la ventanilla? ¿O con… etc., etc.?
.
Así que, teniendo en cuenta lo dicho, no se admiren de verme al volante aunque sea perro. Mejor conduciré yo que muchos de los que van por ahí, con carnet o sin él, con o sin puntos, presumiendo de gran coche para compensar la pequeñez de su… pensamiento inteligente.
Por tanto, no sean ustedes humanos animales, conduzcan como humanos racionales. Cuídense, de quienes no piensan hacer caso de este consejo, y que pasen unas buenas vacaciones.
.
Y, una vez más, aplíquense esa canción tan escuchada en las “peticiones del oyente”, allá por los años 60 del pasado siglo, de la inefable “Perlita de Huelva”, pero cuya recomendación, coñas aparte, no es para desoír:
.
“Precaución, amigo conductor,
tu enemigo es la velocidad.
Acuérdate de tus niños,
que te dicen con cariño:
¡No corras mucho, papá!”
.
Salud y fraternidad.