lunes, 19 de septiembre de 2011

"Reutilizar" no es "reciclar"...

Reciclar, como su propio nombre indica, es "reintegrar al ciclo". Es decir, que los objetos de cristal, cartón, o metal, entre otros muchos elementos, cuando han sido desechados, son tratados industrialmente para recuperar su materia prima original, y a partir de ella crear otros objetos  nuevos.
Esto, que parece tan simple y suponemos lo comprende la mente menos desarrollada, no ha sido entendido por muchos humanos, quienes confunden "reciclar" con "reutilizar".
Reutilizar, como su propio nombre indica, es "volver a utilizar". Es decir, tomar un objeto desechado y, sin transformarlo industrialmente, o sea, empleándolo tal cual se encuentra, darle una nueva utilidad.
Esta confusión de términos, ha propiciado que nos encontremos en cualquier parte con una serie de objetos, rescatados del vertedero, que llenan el paisaje de verdaderos horrores visuales. Porque, por mucho que ciertos presuntos "alternativos" quieran vendernos esa actuación como un acto de "reciclaje", y dichos objetos como materiales "reciclados", la realidad, pura y dura, es que se trata únicamente de basura reutilizada.

Así podemos encontrar, generalmente en los campos, desconchadas bañeras en funciones de abrevadero para el gando, desgastados neumáticos como improvisados alcorques florales, o ese horror sin nombre que son los oxidados somieres empleados como cercas y puertas de huertos o gallineros.
En este contexto, la basura reutilizada más original, que hasta ahora habíamos visto, la encontramos en Tredós (Lleida), sirviendo de cerca a un pequeño huerto. Consiste en un híbrido, entre somieres y ¡tablas de esquí...! ¿Les intriga y asombra?
Pues no hay tal, porque una vez analizado el asunto, veremos que tiene una explicación lógica. La bella población de Tredós se encuentra en los Pirineos, al pie de la estación invernal de Baqueira-Beret, y un astuto agricultor aprovechó los numerosos esquis, que cada año son desechados por los deportistas de la nieve, reutilizándolos junto con algunos somieres desechados por algún hotel, para fabricarle un práctico y económico cercado al huerto familiar.
Este sencillo acto, nos habla sin embargo de la capacidad humana de supervivencia, mediante su adaptación al entorno. ¿Qué materiales abundan en la zona, esquís? ¡Pues de ellos me valgo y cerco sin esfuerzo mi terreno!

 No obstante, insistimos: eso no es reciclar, es reutilizar, esparciendo basura por doquier.

 Salud y fraternidad.