En el pinar canta el cuco
y en la torre la cigüeña,
en el campo la perdiz
y el borracho en la taberna.
(Cantar recogido en Guadalajara, por Julia Sevilla Muñoz, 1987).
.y en la torre la cigüeña,
en el campo la perdiz
y el borracho en la taberna.
(Cantar recogido en Guadalajara, por Julia Sevilla Muñoz, 1987).
Refranero cigüeñero:
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El día de la Candelaria, la cigüeña en las campanas (2 febrero).
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Por San Blas, la cigüeña verás; y si no la vieres, año de nieves (3 febrero).
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Mira con cara risueña por san Blas a la cigüeña.
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Por San Blas, la cigüeña verás; y si no la vieres, año de nieves (3 febrero).
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Mira con cara risueña por san Blas a la cigüeña.
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Si en enero la cigüeña para, la nieve será rara.
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A la mujer pedigüeña ponla donde habita la cigüeña.
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A la sierra, ni dueña ni cigüeña.
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Es blanca como la nieve,
es negra como el carbón,
las patas como una vela,
el cuello como una hoz.
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En alto vive,
en alto vuela.
en alto toca
la castañuela.
.
En aquel cerrillo
hay un nido de zarracatapla
con cinco zarracataplillos.
Cuando la zarracatapla tapla
zarracataplean los zarracataplillos.
.
El labrador y la cigüeña.
.
Un labrador miraba
con duelo su sembrado,
porque gansos y grullas
de su trigo solían hacer pasto.
Armó, sin más tardanza, diestramente sus lazos,
y cayeron en ellos
la cigüeña, las grullas y los gansos.
“Señor rústico –dijo
la cigüeña temblando–,
quíteme las prisiones,
pues no merezco pena de culpado:
la diosa Ceres sabe
que, lejos de hacer daño,
limpio de sabandijas,
de culebras y víboras los campos.”
“Nada me satisface,
–respondió el hombre airado–.
¡Te hallé con delincuentes:
con ellos morirás entre mis manos!”
.
La inocente cigüeña
tuvo el fin desgraciado
que pueden prometerse
los buenos que se juntan con los malos.
(Samaniego, Fábulas, I 17).
.
El lobo y la cigüeña.
.
Sin duda alguna que se hubiera ahogado
un lobo con un hueso atragantado
si a la sazón no pasa una cigüeña.
El paciente la ve, hácele seña,
llega, y, ejecutiva,
con su pico, jeringa primitiva,
cual diestro cirujano,
hizo la operación y quedó sano.
Su salario pedía,
Pero el ingrato lobo respondía:
“¿Tu salario? ¿Pues qué más recompensa
que el no haberte causado leve ofensa
y dejarte vivir para que cuentes
que pusiste tu vida entre mis dientes?”.
Marchó, para evitar una desdicha,
sin decir tus ni mus, la susodicha.
Haz bien, dice el proverbio castellano,
y no sepas a quién, pero es muy llano
que no tiene razón ni por asomo;
es menester saber a quién y cómo.
(Samaniego, Fábulas, II 5)
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Salud y fraternidad.
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A la mujer pedigüeña ponla donde habita la cigüeña.
.
A la sierra, ni dueña ni cigüeña.
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Adivinancero cigüeñero:
.Es blanca como la nieve,
es negra como el carbón,
las patas como una vela,
el cuello como una hoz.
.
En alto vive,
en alto vuela.
en alto toca
la castañuela.
.
Trabalenguilla de la cigüeñilla:
.En aquel cerrillo
hay un nido de zarracatapla
con cinco zarracataplillos.
Cuando la zarracatapla tapla
zarracataplean los zarracataplillos.
.
Fabulitas de las cigüeñitas:
.El labrador y la cigüeña.
.
Un labrador miraba
con duelo su sembrado,
porque gansos y grullas
de su trigo solían hacer pasto.
Armó, sin más tardanza, diestramente sus lazos,
y cayeron en ellos
la cigüeña, las grullas y los gansos.
“Señor rústico –dijo
la cigüeña temblando–,
quíteme las prisiones,
pues no merezco pena de culpado:
la diosa Ceres sabe
que, lejos de hacer daño,
limpio de sabandijas,
de culebras y víboras los campos.”
“Nada me satisface,
–respondió el hombre airado–.
¡Te hallé con delincuentes:
con ellos morirás entre mis manos!”
.
La inocente cigüeña
tuvo el fin desgraciado
que pueden prometerse
los buenos que se juntan con los malos.
(Samaniego, Fábulas, I 17).
.
El lobo y la cigüeña.
.
Sin duda alguna que se hubiera ahogado
un lobo con un hueso atragantado
si a la sazón no pasa una cigüeña.
El paciente la ve, hácele seña,
llega, y, ejecutiva,
con su pico, jeringa primitiva,
cual diestro cirujano,
hizo la operación y quedó sano.
Su salario pedía,
Pero el ingrato lobo respondía:
“¿Tu salario? ¿Pues qué más recompensa
que el no haberte causado leve ofensa
y dejarte vivir para que cuentes
que pusiste tu vida entre mis dientes?”.
Marchó, para evitar una desdicha,
sin decir tus ni mus, la susodicha.
Haz bien, dice el proverbio castellano,
y no sepas a quién, pero es muy llano
que no tiene razón ni por asomo;
es menester saber a quién y cómo.
(Samaniego, Fábulas, II 5)
.
Salud y fraternidad.
4 comentarios:
Hip, Hip Hurra! por las fabulas de Samaniego, me apunto el consejo final, a ver si me entero de una vez!!! Haz bien... ,pero es muy llano que no tiene razón ni por asomo; es menester saber a quién y cómo.
Y otro Hip, Hip, Hurra! por las cigüeñas voladoras, aves que en la infancia nos contaban, traian los bebes a casa!!. Y va y nosotros nos lo creiamos... pero que gilis que eramos!!
Salud y románico
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Buen repaso al Romancero y también a Samaniego, y las fotos...¡geniales!. Como Baruk, tomaré nota, porque en este mundo en el que vivimos, a veces nunca se sabe a quién tendemos la mano. Abrazos
Qué bueno leer aquí estos refranes (de los que apenas unos conocía) y las fabulas. Encontrarme con ellas ha sido recordar a uno de mis abuelos que las contaba.
Si, somos de una generación a la que, sus padres y abuelos, todavía contaban cosas.
Los medios de transmisión de conocimientos, en definitiva de cultura, todavía no estaban "tecnologicamente desbocados", y lo que funcionaba mayormente era la transmisión oral.
En ella iban las experiencias, mitos, conocimientos prácticos y teóricos, todo.
Ahora parece que eso era un "método primitivo", algo superado, pero no es así.
Bien está la tecnología, cualquiera que sea, pero de nada sirve sin el factor humano.
Salud y fraternidad.
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